Las mejores islas para ir en primavera no son las más soleadas o donde vas solo a la playa. Son islas en las que la investigación te apetecerá. Te sentirás como Sherlock Holmes recorriendo los paisajes descritos en diferentes novelas negras en las que magníficos escritores nos revelan los secretos mejor guardados.
1.- La primera de todas es, como no, la siempre interesante y sorprendente isla de Tenerife. Una sorpresa para el lector de novela negra ¿a qué no saben que al menos dos escritores están descubriendo una isla diferente a la idea convencional que tenemos en la cabeza? Descúbrelos. Uno describe La Laguna con un punto histórico. La otra es una viajera empedernida que habla de Santa Cruz con las siguientes palabras:
"Recorrimos la
autopista costera que flanqueaba los áridos malpaíses, con sus rocas de ceniza
volcánica erosionadas y sus tabaibales y nos adentramos en la zona de
expansión urbana de Santa Cruz que poco a poco iba extendiéndose hacia el sur.
Divisamos a lo lejos la refinería que alza sus llamas llenando de colores e
iluminando los cielos y las casas, desde esta distancia podría ser cualquier
ciudad de la antigüedad brillando majestuosa. Atravesamos la zona de muelles
provisorios, petroleros anclados en la bahía, tanques erectos negros y plateados
llenos de historia industrial hasta que desembocamos en la gran avenida que
bordea la ciudad en dirección a las montañas de Anaga. Santa Cruz se convertía
en las noches entre semana en un remanso moribundo y sin espíritu que sin
embargo esa noche de martes tenía una sensualidad deslumbrante bajo las luces
eléctricas que iluminaban el mar inmóvil y una luna llena que brillaba, a lo
lejos, sobre su superficie."
2.- Sicilia. Por supuesto, el gran Camilleri es quien mejor describe su isla, que recrea en parte inventando lugares pero que también describe minuciosamente fotografías de la realidad.
Vigàta, el barrio de Marinella y Montelusa, geográficamente inexistentes y presentes en todas sus novelas, aúnan los rasgos de la Sicilia más típica -que no tópica-. Una isla que, en palabras del propio Camilleri, es una «profunda gruta a cielo abierto». Entre asesinatos, secuestros y desapariciones, Camilleri nos descubre una tierra de áridas lomas salpicadas por ciruelos, pitas y sorgo; de pequeñas playas a los pies de una colina; de carreteras inaccesibles con árboles retorcidos y espesos matorrales en las cunetas; de pueblos formados por cuatro casas de campesinos y angostas callejuelas...
"El sol encendía los colores del valle, los destacaba limpiamente del azul del mar lejano. Dios, o quien hiciera sus veces, se estaba revelando ahí decididamente como un pintor naif."
Foto de Sicilia
3.- La isla de Gotland de Mary Jungstedt.
Todos los espacios de la isla que describe en sus novelas, bellos lugares, son reales y tangibles, quedan plasmados con total fiabilidad en sus novelas permitiendo a muchos lectores trasladarse hasta Gotland para seguir los pasos de sus detectives preferidos. Estos son algunos de ellos: Norsta auren, Högklint, Vivesholm, Warfsholm, el puerto vikingo de Fröjel, la playa de Gustavs, las landas de Lojsta, el portal Dalmansporten en Visby, la casa Villa Muramaris y la zona de recreo Snäck.
“Había oscurecido ya cuando bajaron por la cuesta de Rackarbacken y pasaron al lado de la catedral. Dentro, el coro estaba ensayando. Las notas suaves de En vänlig grönskas rika dräkt fluían al exterior a través de la puerta de madera.”
Foto de Gotland
4.- La última, que podría ser la primera, es la Venecia de Donna Leon. Sí, Venecia es una isla. Y tanto que lo es.
La ciudad de Venecia sigue siendo un enigma para sus visitantes. Sitiado por el acqua alta, desorientado en las sinuosas calli, derrotado en el intento de hacer cuadrar los planos con la realidad, el turista se siente perdido y sueña con un amigo veneciano que lo tome de la mano y lo lleve hasta la Venecia secreta. La singularidad de Venecia pervive en las cosas más corrientes. Pero estos tesoros sencillos no son fáciles de encontrar. De los muchos encantos de Venecia, el de descubrir lugares no transformados por el turismo por los que pasear, detenerse a tomar una copa o disfrutar de una comida, es uno que supera a la mayoría de los visitantes. Aunque los que residen en la ciudad conocen los recovecos que revelan deliciosos vecindarios y zonas que están a apenas unos pasos de las abarrotadas arterias principales, los recién llegados suelen limitarse a las rutas más conocidas por miedo a perderse.
"Eran las siete y media cuando salió de casa, al frío de una mañana que prometía aire límpido y creciente calidez. Éstos eran sin duda los mejores días del año, en que a veces las montañas de divisaban desde la ventana de la cocina y las bochen eran lo bastante frescas para sacar una segunda manta del armario".
Foto de Venecia
Me encantan las 4 islas, y la novela negra. Buena elección.
ResponderEliminarEl de Tenerife ¿es un hombre o una mujer?¿quién escribe?
ResponderEliminarMe encanta la selección.
ResponderEliminar