viernes, 11 de octubre de 2013

De Sal a Boavista. La huída continua



Encontré a mi amigo a punto de salir con su velero. Pensaba ir a la isla de Boavista y pasar unos días allí controlando sus negocios. Me invitó a apuntarme y lo hice. Cogí mi equipaje y subí a bordo.

Seguía muy nervioso y aturdido a la vez. No conseguía olvidar que había matado a un hombre.
Poco a poco el mar me fue calmando. La travesía fue tranquila y el tiempo hasta Boavista pasó de manera fugaz para mi.

Boavista es la tercera isla más grande del Archipiélago de Cabo Verde y pertenece a las islas de Barlovento, es famosa por sus Dunas de arena blanca y tiene unas impresionantes playas mejores que las de Sal o las de cualquier otra isla de la Macaronesia, de agua cristalina y color turquesa, como es el caso de Praia de Santa Mónica o Praia Chaves, pero peligrosas, si te descuidas una ola puede aplastarte.

*Praia de Chaves, Isla de Boavista, Cabo Verde.

Llegamos al hotel de mi amigo, en Chaves y me alojó en una de sus mejores habitaciones, una junior suite enorme con zona para trabajar, me dijo que estaban en temporada alta pero que esa habitación siempre la reservaba para sus amigos o compromisos y que podía quedarme todo el tiempo que quisiera. El estaría en Boavista dos o tres días y volvería a Sal en su barco.
Dentro de mi tragedia personal lo único que realmente me apetecía era vagar Curral Velho, Monte Negro, Cabeça dos Tarafes, Baia das Gatas, lugares interesanes, inhóspitos y desahitados aún de la isla.  También quería ir a la zona Nororiental y volver a ver los restos del naufragio del Cabo Santa María que al fin y al cabo me recordaba al naufragio de mi vida –se dijo el galerista brasileño Manuel Núñez mientras organizaba sus pertenencias en el armario de su junior suite.

3 comentarios: